Hace tres años cuando decidimos iniciar el proyecto del blog nuestra primera publicación fue sobre sobre la economía circular, en el cual se exponía qué objetivos tiene esta y qué características nos permiten reconocer si un producto se encuentra dentro de los parámetros necesarios.
En esta ocasión queremos seguir ampliando este tema de la economía circular donde surge una solución necesaria a gran parte de la problemática actual. Esta utiliza fuentes de energía renovables y materiales reutilizados o reciclados en lugar de materiales desechables.
Según la Fundación para la Economía Circular, el objetivo de dicha economía es la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía
El pasado 13 de abril salió la noticia sobre el vertido de las aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima en el mar pacifico.
Para poner en antecedentes de la terrible catástrofe ocurrida en Japón el 11 de marzo de 2.011, un terremoto seguido de un Tsunami de 14 metros de altura que se formó superó el dique de contención de la planta de solo 5,7 metros e inundó los terrenos inferiores de la planta alrededor de los edificios del reactor. La altura del tsunami que azotó la estación aproximadamente 50 minutos después del terremoto:
Nos centraremos en la estación de esquí de Cerler y la polémica ocasionada.
Para poner en contexto, la empresa Aramón(sociedad anónima participada a partes iguales por el Gobierno de Aragón e Ibercaja que gestiona la mayoría de las estaciones de esquí de esta comunidad autónoma) desea llevar a cabo una extensión de las pistas en la estación Cerler pasando de 77 a 100 km esquiable.
Esto permitirá una amplia oferta de montaña que va más allá del esquí: esquí de montaña, raquetas… Así como otras actividades que fomentarán la desestacionalización del turismo y el fomento de actividades durante todo el año como los refugios de la zona, senderismo, caminata nórdica, etc.
Todos somos conscientes del gran impacto que ha tenido el turismo y los viajes; siendo esta la oportunidad perfecta para potenciar las vacaciones sostenibles y verdes.
El mundo es como si se hubiera parado, hoteles vacíos, aviones sin surcar los cielos y lugares de gran atracción turística desérticos. El turismo ha sido una de las industrias más afectadas mundialmente por el COVID-19. Según la OMT (Organización Mundial del Turismo), se estima que este año podría reducir el turismo en un 80% en comparación con el año 2019 y más de 100 millones de personas están amenazados por cese en sus trabajos.
A medida que se reactiva el turismo del bloqueo y las fronteras tímidamente se van abriendo, muchos profesionales en este sector se preguntan si esta es la oportunidad esperada para reestructurar y reconstruir el turismo, a uno más sostenible y verde.
Desde el pasado diciembre el mundo entero se empezó a detener por partes por culpa del coronavirus COVID-19.
Empezamos a ver en las noticias cientos y cientos de muertos y luego miles. Lo que causó pánico a nivel mundial y se empezaron a tener medidas de protección, cuando ya el COVID-19 había obtenido muchas vidas. Siempre nos pasa lo mismo, cuando el ser humano ya ve que la naturaleza se extralimita, es cuando actúa.
El Planeta Tierra ha sido golpeado fuertemente desde el mes de diciembre de 2019 por el llamado virus COVID-19 que inició en Wuhan, China. Un virus de aproximadamente 100 nanómetros tiene confinado a casi el mundo entero. Las industrias y millones de trabajadores en todo el mundo se han visto afectados por el cierre temporal y algunas seguramente definitivo. Las reuniones familiares y de amigos, de un momento a otro se han dejado de hacer, los niños no van a las escuelas y no ven a sus amiguitos y sin entender mucho de lo que pasa, están asumiendo esto como verdaderos campeones.
Australia está teniendo una temporada de incendios nunca antes vista.
Desde el mes de septiembre de 2019, aproximadamente 10 millones de hectáreas se han quemado y unos 1.000 millones de animales han muerto en una de las peores temporadas de incendios del país. Los incendios hasta la fecha han dejado un estimado de 28 personas muertas y casi 2.000 hogares destruidos por las llamas. Las llamas naranjas siguen aumentando y arrasando con el terreno sin que bomberos y cuerpos de emergencia puedan hacer algo. El humo es incontrolable y casi no se puede respirar con facilidad. Los científicos temen el daño a largo plazo a muchos ecosistemas sensibles.
La joven activista medioambiental sueca, Greta Thunberg, visitará Madrid en la COP25 que se realizará del 2 al 13 de diciembre.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2019, será la 25ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático(COP25) y contará con uno de los iconos más importantes que representa la lucha sobre los riesgos que plantea el cambio climático en la actualidad.
La industria de los paneles solares en la actualidad es sostenible medioambientalmente. Es una de las más fáciles de mantener bajo control debido a su juventud y ciertas características técnicas. La extracción y depurado de sus materias primas no es destacable dentro de la industria y su producción es de las que menos cantidad de recursos malgasta. Además, tiende hacia la eficiencia y al aprovechamiento de los materiales. Esto es el punto de vista teórico de una industria en crecimiento. Y es este detalle el que enciende la mecha de la incertidumbre. Es un hecho que actualmente no necesita una gran cantidad de recursos.
Donald Trump se ha burlado de la activista climática adolescente Greta Thunberg en un tuit sarcástico después de su emotivo discurso ante los líderes mundiales.
El Presidente de EE.UU. compartió un video del emotivo discurso de la joven de 16 años en la cumbre de las Naciones Unidas, mientras que la activista del cambio climático había sido grabada con el ceño fruncido ante Trump.
La ONU a través de su Secretario General, António Guterres, convoca a todos los líderes mundiales para que acudan este lunes 23 de septiembre en la ciudad de Nueva York a la Cumbre sobre la Acción Climática ONU 2019.
Se puede decir que en El jardín de las delicias la luz conduce el destino de la humanidad. Idealizada y pintoresca, no tiene nada que ver tiene con Los fusilamientos, pero al mismo tiempo resulta igual de cruda, cada una a su manera. Sin poder opinar, ambas obras aguardan ante el mismo techo, expectantes ante un nuevo dilema de la humanidad.
Cómo vive actualmente la sociedad, ¿es bueno para el arte?, ¿Este es el culmen de un futuro más o menos idealizado?, ¿Cuál ha sido el gran paso que ha dado el Museo del Prado para proteger la naturaleza, el hogar, uno de los temas centrales del arte?. La solución no ha venido dada por ningún rayo divino ni la ausencia de él, sino gracias a la tecnología. En particular, la tecnología LED para el arte y el urbanismo sostenible.
Si este verano has defendido que este año hizo más calor que el pasado no te preocupes, no estás del todo equivocado. Cada verano nuevo es más frecuente que se dé un episodio de temperaturas extremas. El mes de julio de 2019 ha sido para Europa, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología(AEMET), el más cálido registrado en las últimas cuatro décadas. Es de suponer que, si estás acostumbrado a leer la prensa verano tras verano, año tras año, este titular te suene vagamente familiar. Mientras tanto, el denominado periodo de retorno que existe entre olas de calor se ha reducido diez veces en las últimas décadas del siglo XXI, de cien años a diez, según la agencia, y las masas de aire caliente han aumentado 1.3 ºC su temperatura desde la década de los años 80. Una vez más, es una cuestión de relatividad, de observar el tiempo a diferentes velocidades.
El Mediterráneo es una casualidad medioambiental irrepetible. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente(AEMA), su flora y fauna aúnan entorno al 9% del total mundial, por lo que sabemos también del universal. El ser humano ha sido consciente de esto desde sus inicios, anteponiendo su futuro frente al del resto de especies que dan vida a su hogar. En nuestra actualidad, inmediata y masificada, con nuestras costumbres y prioridades, el turismo mediterráneo es un ejemplo significativo sobre cómo nuestro estilo de vida, especialmente en las fechas estivales, pone en peligro la biodiversidad local. Un problema cercano y a menudo ignorado.
Más que en cualquier otro momento del año, la noche de San Juan se presta a las historias. Miles de personas se reúnen para convocar que la magia les ayude a mejorar su vida, para invocar un nuevo principio que les ayude a mejorar. Sin embargo, la moraleja más impactante es la que suele pasar desapercibida a los ojos del espectador. En esta noche no trascurre el tiempo suficiente para que la basura abandonada produzca efectos en el largo plazo en los ecosistemas, pero sí puede conllevar consecuencias temporales hasta su recogida. Aquellos materiales no orgánicos abandonados, los cuales en su mayoría suelen ser plásticos, pueden degradar la vegetación de la zona u originar que algún animal quede atrapado o lo ingiera. Con consecuencias más graves, estos pueden ser arrastrados por la subida del nivel del mar. Este no es un fenómeno ajeno a las celebraciones. De hecho, en 2017 y en 2018 la pleamar no esperó a la mañana siguiente y coincidió con las fiestas, disminuyendo el tiempo de reacción de los equipos especiales de recogida. Una vez que el residuo cae al mar no conoce fronteras, por lo que queda perdido en la inmensidad del océano, interfiriendo en las cadenas tróficas marinas y contaminándolas: el pez grande se come al pez pequeño y, entre tanto, el plástico puede acabar en nuestra dieta.
Hay muchas formas de querer y todas surgen de la fascinación. Observamos cómo crecen nuestras mascotas, nuestros hijos o nosotros mismos. Observamos, observamos, observamos. Somos testigos del paso del tiempo y de la evolución. Hacemos nuestros problemas y logros que no lo son y, cuando es necesario, decidimos qué es lo mejor para aquello que apreciamos. A veces queremos incluso ciudades. Tiene sentido, al fin y al cabo somos nosotros los que les damos vida. Gobernar en algunas ocasiones también es una forma de querer, de pensar en el resto, de intentar solucionar problemas ignorados durante décadas. Querer es luchar por cambiar tu ciudad y hacerla más limpia, más sana, más humana. Se dice que nunca puedes gustar a todo el mundo. Sin embargo, a pesar de todo, querer a veces da resultado.
Se dice que con la rueda se avanza y con la pólvora se abre camino. Con el hormigón se construyen las casas en las que cada día se compran y desechan plásticos de un solo uso. Las cañerías son romanas y la imprenta la inventó Johannes Gutemberg, aunque China debió pedir la patente. Gracias a la navegación en ultramar tenemos Spotify. Por los egipcios y unos insectos rojos tenemos el maquillaje y, en cierto modo, las revistas de moda, la televisión, la comercialización de la vanidad y a Kim Kardashian. Antes de las dieta milagro la salud dependió del descubrimiento de la penicilina. Gracias a la arena tenemos ordenadores y por la Internet podemos conocer qué es una Catrina o la apropiación cultural y debatir sobre si está bien o mal sin dar crédito a los griegos y la democracia. Pero por encima de todo, esto ha sido posible gracias al papel en cualquiera de sus formatos: papiro, pergamino, blanco o reciclado, página escrita o en digital. En definitiva, el suelo en el que hemos construido, conquistado y progresado cuenta nuestra historia, pero también tiene la suya, al igual que el aire, el agua y las especies que lo habitan. Somos lo que somos gracias a la naturaleza y según el último Informe de perspectivas del Medio Ambiente Mundial de la ONU no podremos seguir avanzando sin los ecosistemas con las que compartimos recursos. Ahora nuestro mayor progreso será utilizar aquello que nos ha hecho alejarnos de la naturaleza para enmendar el deterioro que le hemos causado por el camino. Un deterioro global y con muchas caras.
¿Recordáis cuando planteamos la posibilidad de que Manuela Carmena se sentase a negociar con Donald Trump? Ha acabado ocurriendo. Con la facilidad con la que se chascan los dedos, el medioambiente ha desaparecido de cualquier despacho del gobierno español y los políticos se encuentran en paradero desconocido. En cambio, en la Moncloa ha aparecido el magnate estadounidense. Los políticos localizables llevan varios días reunidos sin descanso. ¿Protección del patrimonio natural y la biodiversidad?¿Y de los montes?, ¿En un país tan pequeño?. ¿Qué narices es La Rioja o Cataluña y por qué han desarrollado leyes para el desarrollo sostenible o el cambio climático?. ¿Y una ley que regule los residuos de envases de las empresas? ¡Qué clase de paraíso comunista es este!. Ante esta situación, la única solución posible es aumentar al máximo los esfuerzos en desarrollar una gestión autonómica pormenorizada. Bienvenidos a un presente no tan catastrófico en el que la importancia de la inversión en energías renovables, la gestión del agua y la defensa de la biodiversidad serán puestas a prueba en las próximas elecciones autonómicas y municipales de España.
Resulta peliagudo plantear que la ONU haya cometido algún error. Es como si el delegado de la clase, el cual en este caso tiene el trabajo de liderar la lucha medioambiental, perdiera toda autoridad. Sus funciones en la práctica se limitan a coordinar y facilitar las acciones de los países adscritos y ofrecer un marco de actuación adecuado. Esto coloca a la organización por definición en una posición pasiva e inmovilista. El niño está atrapado en una burbuja en el tiempo, haciéndose viejo y dejando de atender a las nuevas lecciones, mucho más urgentes. Así, el desempeño de las propuestas actuales queda asumido por otros que experimentan su crudeza. Por otros que no cuentan con el don de la inmortalidad y temen morir por culpa de sus decisiones. El eterno delegado es expulsado y la toma de decisiones queda en manos del resto de la clase; en este caso, los países, lo cual supone una amplia zona gris. Parece que la filosofía de la ONU no ha superado la prueba del paso del tiempo, asemejándose más a un ejecutivo octogenario que no tiene ni fuerzas ni ganas para entender qué es el cambio climático. Y no necesitamos más que un Donald Trump en la misma línea temporal. Por su naturaleza, los límites de sus funciones empiezan a resultar tirantes en el escenario actual, siendo fundamentales para llegar a dónde estamos hoy. No obstante, los esfuerzos que hagamos hoy no serán suficientes.
Seguramente si vives en España y te cantan cuando calienta el sol... tú respondas aquí en la playa, al igual que tus hermanos, tus padres, tus tíos más lejanos y puede que hasta tus abuelos. La popular canción de Luis Miguel, que originalmente oraba cuando calienta el sol en masachapa, ha sido adaptada, versionada y retorcida por generaciones hasta encontrar un hueco en el imaginario colectivo español e insuflar esperanzas vacías en los eternos atascos que se originan en verano de camino a la susodicha playa. ¿Acaso importaba qué playa fuera mientras fuera una playa? El culto al sol se convirtió en el eje cultural, social, económico y político de la cultura española desde mediados del siglo XX. El país aprendió a vivir por y para el astro y a sacar beneficio de él. El turismo se convirtió en un importante motor económico. La publicidad y la política tuvieron mucho que ver en esto, promoviendo una idea del turismo relacionada con las aparentes bondades y fortalezas del país. Décadas después, estas ideas han perdurado, pero de forma diferente. Sin embargo, estamos ante la misma historia. Es otra vez el resto del mundo, en este caso Europa, el que nos recuerda la oportunidad que el astro ofrece a esta región. Y ha sido la eliminación del impuesto al sol, tras la moción de censura a Mariano Rajoy, la que ha puesto sobre la mesa las posibilidades que su aprovechamiento ofrece. Aunque, dado que el mundo ahora tiene nuevas preocupaciones, no tanto debido al turismo como por el potencial que las energías renovables encuentran en el país. Potencial que en un futuro inmediato puede cambiar radicalmente el significado del turístico eslogan Spain is different.
Ninguna persona en el mundo puede preguntar a Frida Kahlo sobre el sentimiento de su obra, pero todos podemos entender sus inquietudes. El paso del tiempo, junto con nuestra capacidad de admiración e imaginación, nos hace tener debilidad por aquello con lo que podemos sentirnos parte de algo más grande. Quizás por eso la obra de la artista ha encontrado una segunda edad de oro en la era de la Internet. Sea gastronomía, música, literatura o arte, con mayor o menor talento, simpatizamos con otras formas de entender la realidad. Por ello, el mundo está unido a la cultura de México. Sentimientos universales encuentran una vía rápida a través de las modas para comunicarse, decidiendo sobre qué partes de una cultura son mejores que otras y transformando sus ideas a nivel global. Por ello, resulta conveniente recordar otra faceta cultural en la época en la que empezamos a sentir una mayor empatía por la salud del planeta. Hablamos del patrimonio medioambiental y su protección, un recurso que también define la identidad de un país y una oportunidad global para observar si las decisiones que tomamos nos guiarán hacia un desarrollo sostenible o hacia otros modelos ecológicamente insostenibles.
Hoy, millones de personas han comenzado su día arrancando su coche, pero ¿cuál sería la suma a lo largo de más de cien años? No resulta raro señalar que el calentamiento global está directamente relacionado con nuestra necesidad de avanzar más lejos y más rápido. Las revoluciones industriales han sido épocas de experimentación y reflejan una visión del medioambiente propia de la filosofía de la época. Por eso, hoy es trascendente explicar que el coche eléctrico fue inventado finales del siglo XIX, porqué hasta hace un par de décadas, cuando esta idea de progreso está perdiendo su significado, no ha cobrado relevancia. Si buscas la explicación en una conspiración secreta seguro que pasas un buen rato en Internet, pero la explicación que da la historia y la ciencia es más terrenal. Aunque resulta fascinante que el ser humano empezase a utilizar restos fósiles de especies ya extintas que antes poblaban la Tierra, a lo largo del siglo XX el carbón y todos los derivados del petróleo han sido más eficientes para dar energía al motor de las nuevas máquinas que la electricidad. No hay aliens, solo la necesidad de que tu coche arrancase más fácilmente y te llevase más lejos. Es este reto, el de que los coches eléctricos alcancen una autonomía suficiente para competir y desbancar a los de combustión interna, el que les ha dotado de una segunda vida y nuevas connotaciones. Y dentro de este juego encontramos al litio, presente en las baterías que los inventores de finales del siglo XIX desearían haber creado, con un gran papel medioambiental que no desestima las consecuencias medioambientales que su inadecuada gestión puede tener.
En 2013, Ella Marija Lani Yelich-O'Connor, conocida artísticamente como Lorde, lanzó un mensaje al planeta desde una ciudad remota de Nueva Zelanda. En el hogar donde creció se dedicó a escribir sobre la ambición y la fealdad del mundo, como crítica y como aspiración. Cantó durante un tiempo y poco después, su canción Royals ganó el Grammy a canción del año. Era una adolescente en una industria agotada hablando de querer disfrutar, pero al mismo tiempo criticando la toxicidad de los jóvenes de su edad, la falta de sensibilidad de la sociedad ante los conflictos bélicos y de la sensación de ahogamiento que a veces provoca la familia. Sus letras dibujaron los temas que llevan atormentando al mundo desde sus comienzos con un talento crudo y agresivo. Se dedicó a escribir sin mayor disfraz que ser ella misma. Y esta vez escuchamos. El mundo ha cambiado y estamos más en contacto con el resto. Ahora las generaciones más jóvenes tienen la oportunidad de llamar la atención. Ahora más que nunca ser fan de alguien es compartir su verdad. Vivimos en una época en la que lograr convocar una huelga estudiantil a nivel mundial puede compararse con llenar estadios. Todo gracias a la fuerza de un discurso sincero, directo y que raspa. Un discurso en el que está permitido tratar temas incómodos si de verdad dicen algo. Un discurso en el que ser distinto no está visto como algo negativo. Gracias a la fuerza las ideas. Y si la cantante neozelandesa consiguió el reconocimiento de la industria de la música, Greta Thunberg aspira de forma admirable y extraordinaria a un Nobel de la Paz con tan solo 16 años, pero ¿cómo ha llegado a ello?
En estas últimas décadas, los bosques han emprendido su propio viaje. Sus historias, al igual que las humanas, cuentan sus propias motivaciones. Si sus hábitats en los trópicos están siendo continuamente explotados, encuentran nuevos territorios inexplorados. Sin pies con los que caminar, los bosques son capaces de moverse. Sin poder hablar, los árboles tienen sus lenguajes. Y sin cerebro con el que razonar, son capaces de aprovechar una oportunidad, de ser emprendedores y conquistar. Conceptos como emprendimiento, calentamiento global, conquista o empatía son exclusivamente humanos y responden a nuestra forma de interactuar con el entorno. En 2018, la revista científica Nature publicó un estudio que afirmaba que en la actualidad había más árboles que hace tres décadas, pero la información que caló en la sociedad no fue si esta era necesariamente una buena noticia. Piensa por un momento si serías capaz de explicar a un árbol, que no tiene concepto del tiempo, cómo según determinados estudios solemos leer solo el titular de las noticias. Deberíamos empezar definiendo qué es leer, qué es un estudio y, lo que resultaría más incómodo, por qué es necesario realizar estudios sobre su salud. Tendríamos que traducir el concepto de preocupación por el futuro, de especies endémicas y de agricultura. Súmale el tener que definir qué son los seguidores o los me gusta de las redes sociales. Si podemos entender que este razonamiento es absurdo, ¿por qué estamos interactuando con los bosques desde nuestra lógica?¿Por qué no plantearnos qué decisiones tomarían los bosques si tuvieran que decidir sobre su reforestación?
El origen de la humanidad está ligado a su capacidad de invención. Desde que empezamos a andar, numerosas civilizaciones han recorrido un largo camino hasta hoy, legando sus avances para que los podamos disfrutar. O ese era el plan hasta que los vídeos de animales graciosos invadieron nuestras vidas. Internet es el gran invento de los últimos años. Su potencial para conectar a las personas ha revitalizado la manera en la que compartimos nuestro conocimiento. Debido a Internet, las ideas no se mantienen inmutables por mucho tiempo. El éxito de los tutoriales se basa en la inmediatez y en la posibilidad de recibir información nueva que perfeccione la original. Cada vez que tenemos una duda, dedicamos un poco de nuestro tiempo a practicar esta habilidad sin darnos cuenta, lo que nos ha vuelto más creativos. Nos hemos acostumbrado a la posibilidad de adaptar y personalizar nuestras necesidades sin que haya límites. El conocimiento ya estaba ahí, pero ahora simplemente podemos estirar la mano y alcanzarlo a nuestro antojo. Parece que, a pesar de su denostada reputación hacia los desayunos con aguacates, la sociedad se está volviendo más caprichosa, más exigente, más flexible, más... millennial. Algo que España no pareció prever.
Si naciste en 2003 y tienes ya una entrada con tu nombre en Wikipedia es porque has hecho algo muy grande, en un sentido o en otro. Ella lo ha hecho. Es Greta Thunberg y ha desestabilizado los cimientos de la autoridad para dirigirse a la sociedad entera desde Katowice, donde ha tenido lugar la última cumbre climática en Europa. Unos pocos folios, mucha elocuencia y sus compañeros de fondo la han catapultado al nivel de activista adolescente imparable. Se presenta como militante climática, denominación que pocos se han atribuido hasta la fecha, y como tal se dirigía a Juncker, el presidente de la Comisión Europea.
Imagina a Loki y a Loki, el dios nórdico conocido por siglos y su homólogo creado por Stan Lee, sentados en una sala de conferencias delante de una presentación en PowerPoint sobre el salmón noruego. Algo ocurre con la Tierra y los humanos y un calentamiento o algo así. Francamente, ninguno de los dos estaba prestando mucha atención al tema. Tras un rato, ambas deidades llegan a la misma conclusión: ¿Cómo es que los humanos han tardado tanto en dar con la solución a un problema tan obvio? El petróleo origina emisiones de carbono, el carbono sirve para alimentar a las plantas y los peces se alimentan de un tipo concreto de plantas, las algas. Además, ambos son los mayores mercados de exportaciones del país. Sólo han necesitado diez minutos para resolver algo nimio, ¡imagina lo que harían si de verdad les preocupara este asunto! La humanidad no puede aspirar a algo más allá de lo mundano, piensan con falsa desilusión. Y en cierto modo es verdad. No es la primera vez que se dice que los dioses en la actualidad son más bien asuntos terrenales por los que, por devoción o miedo, somos capaces de tomar bandos, de ganarse nuestra lealtad. En un mundo global y comunicado hemos dotado a nuestros asuntos de interés de una mitología y una historia que nos mueve a la acción. Y entre ellas, poco a poco, la lucha por el medioambiente está tomando posiciones. Con unos inicios marginales y llenos de dificultades, en la actualidad está recorriendo su propio camino para crear Historia. Y en esta travesía, Noruega se está convirtiendo en su Homero, con un plan revolucionario y épico, digno de ser protagonizado por dioses.
Por primera vez en la historia de la humanidad, en la primavera austral del 2017 el planeta Tierra y sus habitantes respiraron con tranquilidad al conocer un acontecimiento histórico para la salud de su hogar. Según datos de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica(NOAA, por sus siglas en inglés), el agujero de la capa de ozono registró su diámetro mínimo desde hacía 30 años, justo cuando su cuestionable estado conmocionó al planeta. A pesar de ocurrir debido a un fenómeno natural relacionado con la mayor calidez de ese invierno, y por lo tanto ser un acontecimiento excepcional que implica asumir una visión más realista de la recuperación la capa de ozono, es un hecho que no habría sido posible lograr ese mínimo histórico de no ser por la cooperación internacional ante la primera amenaza medioambiental global provocada por el hombre. Un suceso que sienta un precedente frente a una humanidad más concienciada con el calentamiento global.
Una de nuestras prioridades en la época navideña es satisfacer las necesidades de nuestros seres queridos. En especial, los más pequeños de la casa suelen ser los más beneficiados por esto. Ante un universo de opciones, en el que muchas veces recurrimos a lo más rápido, a veces ignoramos que luchar por la protección del planeta no solo no es incompatible con hacer regalos que gusten, sino que puede resultar bastante beneficioso.
Es probable que a Papá Noel no le importe de qué material estén hechos los regalos que inundan las listas que recibe una noche al año de miles de millones de niños. De hecho, si tuviera tiempo para consultar Internet, podría comprobar cómo los juguetes tradicionales de madera han vuelto a ponerse de moda, lo cual, si se piensa con detenimiento, no resulta tan sorprendente.
Todo el mundo conoce la energía solar y eólica. Son una especie de Superman y Spiderman de las energías renovables: cada vez son más populares y respetadas dentro de sus mundos. Sin embargo, muchas otras fuentes de energía menos populares, o directamente desconocidas, también ayudan a producir energía sin contaminar y tienen el potencial para crear una red energética más sostenible. Y cuentan con una identidad e historia totalmente distintas entre sí.
Ante la necesidad inminente de contrarrestar el calentamiento global y otros problemas, los seres humanos hemos tomado las riendas en la protección del planeta. En la actualidad empezamos a ser conscientes de cómo estos pueden afectar a la fauna y flora que convive con nosotros, pero ¿sabías que existen animales que también están ayudando a acabar con ellos?
Los animales son capaces de llegar hasta los rincones más recónditos del planeta sin necesidad de utilizar máquinas ni invertir meses de costosa preparación, un hecho de gran interés científico en la lucha contra la contaminación del planeta. La estrategia se basaría en seguir de cerca sus ciclos migratorios interfiriendo lo menos posible, con una tecnología poco invasiva. El objetivo: que los animales sigan su naturaleza. Es así como tiburones, tortugas y otros seres marinos en los océanos, cuna de la vida que también puebla los continentes, pueden ayudarnos a conocer con mayor precisión y cercanía cómo la extracción de petróleo de los yacimientos subterráneos o el cambio climático puede afectar a sus ecosistemas. Este sistema permite que la investigación científica llegue más allá de donde los humanos podemos alcanzar con nuestras capacidades. Es así como la NASA en 2017 llegó a la conclusión de que los narvales, más ágiles y rápidos nadando que cualquiera de sus trabajadores, pueden realizar un excelente trabajo para conocer cuánto hielo queda en Groenlandia, a través de la iniciativa Oceans Melting Greenland.
La psicología ambiental parte de la necesidad de mirar el medioambiente desde todas las perspectivas que el ser humano pueda alcanzar a ver y analizar, una interdisciplinariedad en los estudios profesionales y culturales, desde la psicología cognitiva, la sociología, la antropología, la filosofía, las ciencias administrativas, económicas, tecnológicas, cibernéticas, etc. Siendo una de las áreas de la ciencia más nombradas últimamente por como nuestro planeta nos habla en sus dimensiones climática, orgánica, sistémica y evolutiva, moviendo la brújula del tiempo y espacio hacia un mismo sentir y consentir para que el ser humano haga la parte que le corresponde desde todas las áreas de su vida, vinculando el cuidado, prevención, confirmación de situaciones que lleven a un medioambiente seguro e ideal desde lo singular a lo particular y global.
Se puede leer la Historia del ser humano como un viaje infinito con un único destino: descubrir quiénes somos. En nuestro salto al espacio, hemos intentado responder a esta cuestión preguntando a nuestro hermano mayor (y rojo), consiguiendo desde hace algo más de cincuenta años alguna que otra respuesta, sembrando la necesidad de resolver más y más incógnitas. En este camino, iniciado en 1.965 con pasos imprecisos y hostiles, el estudio de Marte ha hecho surgir un ambicioso abanico de posibilidades para conocer más sobre el origen de la vida. En Julio de 2018, la noticia del descubrimiento de un lago de agua salada en el polo sur del planeta saltó a los titulares. Este hallazgo significaría una posibilidad ligeramente más realista para encontrar vida en el gigante rojo al tratarse de agua en estado líquido, debido a la conjunción de diferentes factores.
A lo largo de estos años estamos viendo cómo el sector de los automóviles eléctricos está viviendo una transformación camaleónica constante. La experimentación y una atención creciente por parte de la sociedad explican la aparición de propuestas muy diferentes entre sí, que representan el reto de redefinir conceptos muy interiorizados. Exitosas o no, nos pueden ayudar a conocer una cuestión cada vez más presente en nuestras vidas.
Una de las estrategias más clásicas ha sido la apuesta por diseños alejados del fácilmente identificable coche tradicional. Los primeros prototipos eran experimentales y algo rudimentarios y destacaban en las ferias automovilísticas más por su extravagancia frente al resto de modelos que por su practicidad en el día a día. Sin embargo, han legado al presente la filosofía de afrontar de una nueva manera la conducción, lo que ha llevado a Smart a la apuesta por nuevos materiales y al uso de energías limpias y a Toyota y Nissan al reaprovechamiento de la energía sobrante del auto. De hecho, quién sabe si de no ser por este cambio de concepto empresas ajenas al sector como Apple hubieran generado tanta expectación por el anuncio de un coche.
Existen diferentes situaciones en las que se pueden aprovechar las consecuencias del cambio climático para luchar contra él.
A través de la sequía provocada por el calentamiento global se pueden obtener recursos renovables. La energía solar puede ser útil para abastecer de agua zonas de climas áridos mediante la construcción de maquinaria de extracción en acuíferos y la instalación de depuradoras de agua que, además de utilizar métodos limpios como la electrodiálisis, funcionen con energía solar. Así, además de solucionar la cuestión del abastecimiento y recursos para la población local, se evita seguir incidiendo en el problema ya que no se realizan emisiones y no se contribuye a la deforestación, evitando la migración a zonas agrícolamente más idóneas y fomentando la captación temporal de CO2 a través de los cultivos. Por otra parte, en zonas en las que se dan más días soleados debido al reajuste de las temperaturas, se puede dar un repunte de las industrias de energía solar y una oportunidad para un mejor aprovechamiento doméstico de las energías renovables.
Donald Trump nos ha enseñado la importancia de saber de lo que estás hablando. Afirma que el cambio climático es un invento de China puede dejar impresionado al periodista que te está entrevistando, o a tu cuñado en tu próxima reunión familiar, pero depende únicamente del efecto sorpresa. Una vez que lo pierdes, deberás defender tus ideas con hechos demostrables a riesgo de que tus palabras te persigan eternamente. Asegurar que los ecologistas, o cuales sean tus enemigos, cambian la forma de referirse al cambio climático, un fenómeno natural que se ha visto drásticamente incrementado por la actividad humana debido al vertido de gases de efecto invernadero a la atmósfera de forma artificial y masiva provocando un calentamiento global, porque no les está funcionando debido a las bajas temperaturas (que están provocadas por el mismo fenómeno) igual solo te funciona si eres el presidente de una de las mayores potencias del mundo.
El desarrollo humano sostenible tiene como objetivo el bien común: desde la perspectiva empresarial, no solo gubernamental y de individuo, sino también el impacto que las empresas a nivel mundial generan en el desarrollo sostenible.
El desarrollo humano sostenible es una práctica que nos compete a todos como seres humanos, su principal objetivo es que seamos canales para el desarrollo y transformación de la sociedad a la que pertenecemos, a nuestro entorno.
Nadie encuentra romántico abrir una factura o recibir un tique por una compra. Olvidado, roto o tirado por las calles, de secundario en nuestras vidas a cómplice inocente en la contaminación del planeta, cada vez es más común prescindir del papel en su uso más banal, el de las transacciones que hacemos por necesidad. Según la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), más de 7.000 empresas relacionadas con aspectos de nuestro día a día como los transportes, el suministro de energía, el comercio o la banca ofrecen sus recibos en formato digital, lo que ha dotado al papel de uso cotidiano de su papel más actual: el de testigo de un legado de dimensiones mundiales.
El ecoturismo es una alternativa al turismo convencional que pone hincapié en el respeto por la naturaleza y en el desarrollo de las comunidades locales. Al igual que en unas vacaciones tradicionales, el entorno es un importante aliciente, y como ocurre con otras formas de turismo sostenible, su cuidado desempeña un papel importante, pero el ecoturismo lleva esta idea un paso más allá. Con un nuevo enfoque en el que la conservación de la naturaleza vertebra y da sentido al desempeño económico, su objetivo último es trabajar por la integración de la actividad turística con el desarrollo sostenible, sin subordinar ninguna de las partes implicadas y desde los dos puntos de vista de la transacción. El medioambiente es su principal reclamo, pero se abandona el interés por explotarlo como materia prima y la población local pasa a ser una parte interesada que participa de forma activa en el desarrollo de la actividad y, por lo tanto, de su sociedad. Ya no se adapta al papel de espectador pasivo de lo que ocurre a su alrededor y se preocupa en crear soluciones que sean respetuosas con el medioambiente y que no se limiten a ser un parche para esconder el problema.
Natural es una de las palabras más controvertidas que usamos en el día a día. No pensamos en lo natural del efecto invernadero de la atmósfera de Venus ni en las radiaciones electromagnéticas que produce el Sol con total naturalidad, pero vemos como algo natural nuestra relación con el plástico. Gracias al celuloide El Padrino y Star Wars tienen vida y ha estado con nosotros desde que aterrizó en las casas de nuestras familias como baquelita. También lo hemos conocido como vinilo o poliéster. Desde hace más de cien años, se ha desarrollado una industria centrada en estudiar su maleabilidad para adaptarla a las necesidades emergentes. Le debemos mucho al plástico. La utilización de sustancias petroquímicas en su composición, de coste barato pero con una degradación natural muy lenta, termina de explicar su éxito. Lo que no entraba dentro de nuestros planes era crear el primer continente de la Tierra que acabara obstaculizando el desarrollo de la naturaleza.
Si invitaras a cenar a Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y a Donald Trump en tu casa, ¿dónde los colocarías? Para muchos, ella representa la renovación y la solidaridad de la capital española y sus medidas han recibido el reconocimiento de la Comisión Europea. Él, por su parte, es el estandarte del éxito norteamericano. Son la antítesis perfecta, pero tienen algo en común: sus políticas medioambientales han salido adelante gracias a su personalidad, para bien o para mal.
La imagen personal es un arma muy poderosa en política. Todos tenemos la impresión de conocer alguna anécdota de Barack Obama y, sin embargo, nunca hemos conversado con él. O hemos atendido impávidos ante fragmentos sus discursos en los telediarios. Que Trump recurra al histrionismo al asegurar que el cambio climático es un invento de China para él no es una exageración porque una parte de su audiencia confía en su fuerza o incluso comparte sus valores. Y lo sabe, lo que en materia medioambiental supone poner el cronómetro en marcha.
Si Costa Rica fuera Coca-Cola, todo el mundo la habría probado y sus competidores querrían replicar su fórmula. Si tuviera que rendir cuentas frente a sus accionistas, estos estarían extremadamente satisfechos con los resultados, ya que llevaría generando ganancias desde hace más de setenta años. Si Costa Rica fuera una empresa cualquiera, sería la primera cuyo producto consistiría en darnos una lección al resto del planeta.
Y lo más extraño es que no está haciendo nada fuera de lo común. Al igual que otros lugares del mundo también sufre los efectos del cambio climático. Sin embargo, quince de sus empresas cuentan actualmente con la garantía de contrarrestar la cantidad de CO2 que emiten y se ha logrado frenar la deforestación de sus bosques, alcanzando una recuperación cercana al 50%. El secreto de su éxito podría residir en la especial relación que para los costarricenses existe entre su día a día y la naturaleza que les rodea. Han logrado crear una conciencia generalizada sobre el cuidado del medioambiente, haciendo que este forme parte de la estructura de su sociedad a través de una mentalidad conservacionista y progresista.
Hartos de ser minusvalorados por los gigantes energéticos españoles, el pueblo valenciano ha iniciado un proyecto para convertirse en el primer municipio de la península ibérica energéticamente autosuficiente, una solución orgánica para la localidad y una pequeña demostración de las posibilidades que supondría un futuro más verde para España.
Dicha iniciativa pretende sacar el máximo partido a las fuentes de energía renovable disponibles, una alternativa realista ya que disponen de los medios necesarios. Actualmente el pueblo cuenta en su municipio con un parque eólico, lo que facilitaría la labor de construir un generador eólico. Además, está en sus planes utilizar una parcela del bosque despoblada para instalar una planta fotovoltaica y aprovechar los restos forestales, junto con los ganaderos, para producir energía a partir de biomasa. Así dispondrían de los recursos que proporciona el bosque con un impacto medioambiental reducido. Como colofón, este complejo se situaría cerca del cauce de un pequeño río, con el objetivo de aprovechar su potencial instalando dos presas a corta distancia para almacenamiento de energía. No es la primera vez que estudian a esta idea, puesto que hace más de cien años el pueblo ya se autoabastecía energéticamente gracias a un molino de agua. Este proyecto se instrumentalizaría a través de una empresa de energía creada por y para Aras de los Olmos, de la que todos los habitantes podrán ser partícipes a cambio de un pequeño precio.
En 2016, la sociedad se escandalizaba al enterarse de que los jóvenes actuales preferían los aguacates para desayunar en vez de futuro donde sus necesidades básicas estuvieran garantizadas, al menos desde la teoría. Mientras, ajetreados economistas dedicaban sus jornadas a realizar este cálculo, muchos ignorábamos un dato realmente alarmante en un futuro liderado por la globalización y el progreso: desde 1989, la ONU considera que Kiribati será uno de los primeros países en desaparecer si no se contrarrestan los efectos del calentamiento global.
Es normal desconocer la historia de Kiribati. Hasta el año 2001 no realizó su primera misión diplomática de ultramar y, al contrario de sus vecinos más ricos y famosos, este humilde país de la Polinesia no saltó a la escena internacional por sus playas paradisíacas. De hecho, siendo el turismo su mayor fuente de subsistencia junto con la pesca, las condiciones no están jugando a su favor: es considerado uno de los países más pobres del mundo y su geografía, cuyo punto más elevado se sitúa a 81 metros de altura, experimenta una carrera contrarreloj contra el mar. Además, debido al cambio climático, fenómenos meteorológicos como huracanes o lluvias torrenciales se han vuelto más frecuentes.
Ya estamos en la era tecnológica y digital, la cual nos ha llevado también a la era de reparación y restauración del medioambiente, lo que hoy día por la iniciativa de David W. Pearce y Kerry R. Turner llamamos la economía circular, siendo esta la plataforma para la transformación positiva y regenerativa del medioambiente la cual se distingue entre ciclos técnicos y biológicos.
Estos ciclos pretenden que los recursos y productos existentes mantengan su ciclo de vida permanente a través de la reutilización de los materiales y la mínima desfragmentación de partículas contaminantes, logrando reducir a mayor escala la contaminación global, girando en círculo, comenzando y repitiendo procesos para lograr óptimos resultados.